A la antigua usanza.
Ahora se habla mucho de dopaje, de altas tecnologías, de calzados especiales adaptados a cada competición... También se fabrican ropas especializadas hechas con materiales reciclados que son ultraligeras, zapatillas que te hacen correr más rápido, saltar más alto...
En el año 1936 no existía ninguna de estas cosas. Las pistas eran de albero, nada de materiales acolchados preparados para batir los tiempos, y los zapatos eran de cuero (hechos con la tecnología punta de las máquinas de coser de la época); el salto de pértiga, sin colchonetas, algo impensable en la época actual; al igual que el salto de altura, con una técnica muy rudimentaria.
Estos auténticos atletas competían sin la ayuda de nadie y de nada. Espectacular el caso de Jesse Owens. La historia es digna de conocer.
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