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jueves, 26 de abril de 2012

Grandeza del fútbol

Injusticias, encerronas, toque, contraataques... y suerte.


Analizando los dos partidos de semifinales, algo extraño ocurre. Todos los periodistas y la gente de la calle lo veía: la final del siglo, la mejor de todas en el mejor momento de ambos equipos, el Barça-Madrid de todos los tiempos, el  clásico del siglo (esta vez el verdadero).

Mismas sensaciones, no me voy a engañar... El Barça se pone 2-0, todo controlado, partido típico Made in Barça, y expulsión (de carajote) de Terry. Pero apareció Ramires, desconocido brasileño para muchos, para marcar el gol más precioso de su vida posiblemente, que sutileza... Pero no pasa nada, pensamos los culés, seguía bien la cosa y ¡penalti!... Ahora sí, creíamos... Pero esta es la grandeza del fútbol. Ayer lo eras todo, el mejor del mundo, balón de Oro (sobrado, me atrevería a decir), pero en un segundo todo cambia, la historia se te viene encima y ya nada de lo que hiciste vale. El resto de la historia, defensas de 10, y goles tristes, dignos del encuentro, ya lo conocemos.

Muchos madridistas (o moudridistas, como yo les llamo últimamente a estos personajes) se relamían con la eliminación de su enemigo natural, les daba igual todo, solo reían porque su mejor jugador había fallado, veían la copa más cerca y eran felices con la derrota del rival.

Y más aún cuando en el minuto 15 ganaban 2-0, el partido soñado, el espíritu de Juanito era invocado y la 10º parecía que la tenían puesta en la vitrina con los lazos violetas y blancos al viento, y la inscripción de campeón 2011-2012... Incluso yo veía una eliminatoria totalmente decantada en pro de los blancos. Pero amigo, el Bayern es alemán, y en su genética aria no cuentan con bajar el pistón ni un momento. Las internadas de sus hombres de ataque eran continuas, el gol se veía venir, y en otro penalti (de carajote también) les llegó el momento.

A partir de entonces, locura, ¡fútbol en estado puro!, contraataques, vertiginosidad... Me gusta mucho los cuatro de arriba del Bayern (Ribery es mi debilidad), como me gustan las contras del Madrid y deleitarme con la elegancia de Özil, qué jugador. Los penaltis decidieron, esta vez no había arbitro ni escusas, se merecieron pasar los dos, pero quizás algo más el Bayern, a diferencia del Chelsea, que solo le hicieron falta 3 tiros y aguantar como jabatos en el área para clasificarse, algunos lo llaman "el otro fútbol", a mi no me gusta ese fútbol. Enorme Neuer, Casillas y Cech.




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